La importancia de consumir alimentos de temporada está sobradamente repetida en todos los consejos de los nutricionistas pero también de los gastrónomos. El sabor, aroma, textura y calidad de las frutas y las verduras son mucho mayores cuando se ingieren en el momento idóneo, además de ser más económicos y ecológicos.

Si la primavera trae flores, el verano trae frutas. La variedad y riqueza de estos alimentos se multiplica en los meses de julio, agosto y septiembre. Así, entre las frutas de verano más apreciadas están el albaricoque, la breva, la cereza, la ciruela, la frambuesa, el higo, el mango, el melocotón, el melón, la pera, la nectarina, la paraguaya y la sandía. Una auténtica explosión de sabores y texturas para consumir directamente o en refrescantes zumos de verano.

Base de todas las ensaladas, cremas frías y sopas de verano son las fantásticas hortalizas y verduras de esta estación: el calabacín, la calabaza, las vainas (judías verdes), la cebolleta, el pepino, el rábano y el pimiento.

En cuanto a pescado, el verano es la temporada perfecta para consumir frescos los boquerones, las sardinas, el bonito del Norte, la lubina, el congrio, el cabracho o el atún rojo. Estos deliciosos peces son, además, ricos en omega 3 y ácidos grasos, y, aunque hay mil maneras de cocinarlos, a la parrilla o al horno son un auténtico lujo.

Del mar obtenemos también una buena colección de mariscos en verano. Langostinos, langosta, buey de mar, centollo o mejillones abundan en los puertos de mar españoles en estos meses de verano. Difícil es resistirse a su exquisito sabor.

En Monte Pinos Selección, además de encontrar todos los alimentos frescos de la temporada, es posible consultar la forma mejor de prepararlos, consumirlos o congelarlos. ¿Quién da más?