La alimentación sostenible es un concepto que se refleja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Un modelo que quiere conseguir un cambio de hábitos a la hora de hacer la compra, y de alimentarnos. Una apuesta por los alimentos locales, poco procesados y de temporada.

Esta nueva forma de consumo no es algo nuevo, y por eso, todo el mundo comienza a tomar más conciencia para practicar una alimentación sostenible. Por ejemplo, en el caso de los niños es fundamental ir inculcando una serie de hábitos para que crezcan concienciados.

¿Es posible que la alimentación sostenible nos ayude a cuidar el planeta?

Está demostrado que una dieta saludable tiene un meno impacto ambiental. Además, protege la biodiversidad y los ecosistemas, y ayuda a que todos, mayores y pequeños, podamos tener una vida más saludable.

¿Cómo practicar una alimentación sostenible?

Hay muchas maneras y formas de llevar a cabo una dieta saludable que además sea sostenible. Lejos de lo que se pueda pensar, practicar este modelo de alimentación es muy asequible desde el punto de vista económico. Precisamente esa sostenibilidad se aplica en el ámbito económico, en el social y en el ambiental.

Nunca es tarde para marcaros un nuevo reto. Compartimos cinco consejos que os pueden ayudar a poner en práctica una alimentación sostenible:

  1. Consumir productos de temporada. Esto favorece el medio ambiente porque se evita el transporte de lejanía y la emisión de gases de efecto invernadero se reducen. Además, es como estos productos están en el momento perfecto de maduración, la relación calidad precio es la mejor. Si tenéis niños enseñarles a consumir frutas y verdura de temporada.

 

  1. Apostar por el comercio local. Hacer la compra en los lugares más próximos no sólo reduce el impacto ambiental, sino que favorece e incentiva la economía local. Estos comercios suelen contar con productores cercanos.

 

  1. Reducir el desperdicio de alimentos. Esto es algo que todos sabemos, pero no siempre se hace. Practicar una alimentación sostenible conlleva saber aprovechar mejor los productos que compramos y consumimos. Hay trucos y costumbres que nos ayudan a mejorar. Por ejemplo, y sobre todo con niños, servir platos razonables de cantidad. Más vale repetir que dejar sobras en un plato que luego no se pueden aprovechar. Poned en marcha la imaginación para crear nuevos platos para no desperdiciar lo que haya sobrado.

 

  1. Comprar de forma inteligente. Este punto está unido al anterior porque si compramos lo que vamos a consumir de verdad, evitaremos desperdiciar alimentos. Pero, además, también es una manera muy buena de ahorrar, y consumir de forma sostenible.

 

  1. Consumir productos ecológicos. Cada vez es más fácil distinguirlos por el etiquetado. Pero se puede ir un paso más allá. La alimentación sostenible también pasa por apostar por una agricultura más ecológica: un cultivo con menos pesticidas, y un uso adecuado del suelo.

Ya sabéis que en Monte Pinos Selección podéis encontrar todo lo necesario para poner en práctica esta alimentación sostenible.