Pues resulta que sí, en contra de lo que pudiese parecer. Comer picante nos ayuda a combatir el calor. El motivo es que el picante activa el cuerpo y provoca que arranquemos a sudar, lo que hace que el sudor de nuestra piel se evapore.

 

Durante este proceso el sudor necesita absorber energía (que sería el calor) de nuestra piel, por lo que nos refresca. Esto es lo que se conocería como el “efecto botijo”.

 

Por lo que aquí tenemos la razón de por qué comer picante es una solución maravillosa para que se nos refresque el cuerpo, aunque nos parezca una locura. Además, el picante tiene más beneficios, como favorecer a la secreción de endorfinas, lo que nos da una sensación de felicidad añadida.

 

Resulta que los picantes ya se utilizaban antiguamente como medicina natural para estimular la circulación sanguínea y provocar sudoración. Además, ayuda a que se haga mejor la digestión y tiene propiedades antiimflamatorias y antisépticas.

 

Ahora que ya sabemos todos los beneficios que tiene el picante, ¿sabríais diferenciar las medidas del picante?

 

Hay una escala que mide la graduación de los diferentes picantes, que se llama “Escala Scoville”. Esta escala permite que nos hagamos una idea de cuánto de fuerte puede ser el momento meter algún ají en nuestra boca.

 

La reacción que tenemos al comer picante es una reacción orgánica que surge de forma espontánea porque nuestro cerebro siente que sus terminales nerviosas están siendo atacadas. Por eso, nuestro corazón se acelera, genera adrenalina y dilata nuestros vasos sanguíneos. Es ahí cuando se liberan las endorfinas (que ya sabemos que nos da sensación de felicidad).

 

Así que igual no es tan raro que a muchos les encante comer picante.

 

Podéis encontrar varios tipos de picante en nuestras tiendas físicas o en nuestra tienda online www.montepinoseleccion.es