Las compras gastronómicas navideñas comienzan, y tener claro qué queremos o cómo lo queremos es muy útil. Por eso, los consejos que nos aportan nuestros profesionales de Monte Pinos sobre las diferencias entre el marisco fresco, congelado o cocido vendrán muy bien estos días.
FRESCO
La mejor manera para saber distinguir si el marisco está fresco o no es fijarse en su brillo y su apariencia. Debe tener una textura firme y no tener las patitas negras (como sería el caso de las gambas y los langostinos).
El tono oscuro de la cabeza no siempre significa que el marisco esté en mal estado. Hay ocasiones en las que encontramos este tono (nunca negro tizón) porque fueron capturados mientras estaban comiendo y significa que no terminaron de digerir la comida.
Todo el marisco bivalvo debe estar vivo en el momento de la compra, si no, no se puede consumir. Por ejemplo: las chirlas, las almejas y los mejillones (siempre y cuando no se vendan ya cocinados o congelados).
Y, como último consejo a tener en cuenta a la hora de comprar marisco: el olor no debe ser fuerte (tipo amoniaco).
Esta es una de las principales diferencias entre el marisco fresco, congelado o cocido, que nos vendrá bien conocer a la hora de hacer la compra.
CONGELADO
Los mariscos congelados no es sinónimo de que sea de mala calidad si no todo lo contrario. Los hay magníficos y de gran calidad, como las gambas, los langostinos, los camarones… lo que sí es cierto es que deben cumplir ciertas acciones.
El marisco ha tenido que ser congelado a bordo del barco de pesca y durante el proceso en que está congelado no debe sufrir grandes bajas de temperatura.
Si se cumplen todas las condiciones no debe bajar en exceso la calidad de los productos. Algo a tener muy en cuenta es que el sabor es más potente cuanto más fresco esté el producto en el momento de la congelación.
COCIDO
El marisco cocido es uno de los productos estrella durante las celebraciones navideñas, y conocer sus trucos para cocinarlo de la mejor forma hará que lo disfrutemos en su máxima exponencia.
La mejor manera de cocer el marisco es directamente desde el congelador, y, una vez, sacado de la cocción, meterlo rápidamente en un recipiente con agua muy fría o hielo. De esta manera el producto quedará perfecto.
Si el marisco se cuece fresco se pueden producir cambios de textura, descabezamientos… En definitiva, el producto, con toda probabilidad, quedaría dañado.
Uno de los consejos que ofrecen nuestros profesionales de pescadería es que sean ellos mismos los que cuezan el producto siguiendo los más altos estándares de calidad y seguridad. Así, se obtendrá el producto ya cocido en nuestro establecimiento de confianza.
Por último, es importante saber que el marisco cocido se puede volver a congelar una vez ha sido cocido. De esta manera se puede guardar en el congelador el tiempo que sea necesario.
¿Os han servido estos consejos? En estas fechas es muy útil conocer las diferencias entre el marisco fresco, congelado o cocido. Encontraréis los productos de las mejores calidades en nuestras tiendas físicas o en nuestra tienda online www.montepinoseleccion.es