Vamos a hablar un poco sobre la pizza, el plato estrella de la casa tanto para niños… ¡como para mayores! La pizza casera es el plato ideal para una cena improvisada en familia, para acompañar a una película o para compartirla con amigos viendo un partido.

La pizza casera es un plato muy sencillo de preparar y de servir, mancha muy poco la cocina, y, reconozcámoslo, le gusta a casi todo el mundo. Con su masa fina o esponjosa, sus salsas y toppings… la pizza admite todos los ingredientes que podamos imaginar. ¿No se os hace la boca agua?

La historia de la pizza:

El origen de este plato se remonta, posiblemente, a la antigua Roma, donde ya se cocinaba un pan circular al que se le añadían aceite, hierbas aromáticas e incluso queso. Este tipo de alimento era típico de las zonas mediterráneas, donde cocinaban platos a base de harinas y panes como la Foccacia o la Coca. De hecho, puede que su nombre venga del propio pan de pitta, un pan poco fermentado, muy plano y de fácil elaboración.

Sin embargo, la pizza, tal y como la conocemos, proviene de Nápoles, donde se encuentra Port’Alba, la primera pizzería de la historia, que en 1738 comenzó a preparar pizzas para que los viandantes pudiesen comer sin necesidad de pararse. Lo que comenzó como un sencillo plan aplastado fue haciéndose cada vez más popular, y se tomaba para desayunar, comer o cenar. Sin embargo, su éxito fue tal que llegó a deleitar, incluso, a la realeza, que supo apreciar el sabor, ternura y ligereza de este plato y lo llevó a las esferas más altas de la sociedad. Fue precisamente en honor a una reina por la que se creó la pizza Margarita, una de las más tradicionales y conocidas.

La pizza casera:

Y es que la pizza es un plato versátil que puede elaborarse en cualquier sitio y con todo tipo de ingredientes. Por eso se extendió fácilmente por todo el mundo. Pese a que la clasificamos como comida rápida, es un alimento propio de la dieta mediterránea, que combina hidratos, proteínas y grasas, tal y como recomienda una dieta saludable. Si la hacemos en casa, además, será más sana ya que podemos cocinarla con alimentos de mejor calidad, sin conservantes.

Además, podremos hacerla más ligera combinando vegetales y fiambres, por ejemplo, o con quesos bajos en grasa y calorías. Eso sí, no debe faltarle el tomate, ingrediente fundamental para un resultado jugoso.

Cuatro estaciones, cuatro quesos, caprichosa, marinera… o diávola, para los más picantes, son sólo algunas de las posibilidades que ofrece este plato. En Monte Pinos Selección ponemos a disposición de nuestros clientes los alimentos necesarios para cocinar cualquier tipo de pizza, y, además, los entregamos cortados y preparados. Quesos, embutidos, carnes, verduras… todo lo necesario para cocinar una pizza de la mejor calidad con la que sorprender a nuestros amigos.

Tan sólo hay que extender la masa (los que no se atrevan a cocinarla la encontrarán ya preparada en nuestros supermercados) y añadirle los alimentos que más nos apetezcan. ¿Qué tal una pizza a la española con jamón ibérico, tomate, queso y salami? Después, tan sólo hay que meterla un rato en el horno a temperatura alta (vigilándola un poquito) y en cuestión de minutos estará lista para servir.

Y si os animáis, podéis mandarnos las fotos de vuestras sabrosas pizzas caseras.

¡A comer!

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