Preparar un helado casero es fácil ¿verdad? Se eligen los ingredientes al gusto que nos apetezcan y al congelador ¿no? Bueno, pues esa sería la forma correcta de hacer polos. Pero elaborar helados caseros requiere de algunos trucos que hoy os explicaremos para que quede esa textura cremosa inconfundible.

Para comenzar hay que realizar previamente una base de crema de helado. Los ingredientes que se necesitarán serán; crema de leche espesa, leche entera, azúcar, extracto de vainilla, y por ejemplo cacao en polvo en caso de que se quisiera preparar helado de chocolate.

Habrá que calentar toda la mezcla a fuego lento hasta que el azúcar se disuelva, y una vez conseguido, se vierte en un recipiente y se deja enfriar en el frigorífico.

Con la base ya preparada hay tres métodos infalibles para conseguir el helado perfecto sin necesidad de heladora:

Primer método

Hay que elegir la base de helado con el sabor que más os guste. Se prepara la crema del helado y se deja enfriar a temperatura ambiente.

Una vez que ya lo tenemos, se coloca en un recipiente con tapa, que puede ser de plástico o acero inoxidable. Si se cuenta con un envase que permita sacar el aire, mucho mejor, así se evita que cristalice durante el tiempo que permanezca en el congelador.

Pasada una hora aproximadamente hay que remover la crema para que desaparezcan los posibles cristales de hielo. Después, se devuelve al congelador y se repite esta tarea cada media hora para evitar que el helado se congele.

Se debe hacer hasta unas tres veces. El resultado es espectacular, como recién comprado en una heladería profesional.

Segundo método

Algo más sencillo que el anterior. Dentro de un recipiente grande añadimos cubitos de hielo y un puñado de sal.

Una vez tenemos esta parte hecha, necesitaremos un recipiente más pequeño, que quepa dentro del anterior. En este depositamos la base del helado que hayamos elegido.

El recipiente pequeño se mete dentro del grande, lo más enterrado posible dentro del hielo y la sal. Después, con una batidora, se mezclan los ingredientes durante unos diez minutos.

Una vez terminado este paso, se meten los recipientes (juntos) en el congelador durante una hora. Pasado este tiempo, se vuelve a batir la preparación durante 5 minutos, separamos del recipiente con hielo y envolvemos el del helado con papel film.

Ya sólo nos queda esperar que repose en el congelador durante unas horas y conseguiremos una mezcla cremosa y delicada.

Tercer método

 Para este método necesitamos alguna cubitera o bolsas de hielo. Con la crema de helado ya hecha al gusto se deposita en cada cubículo una pequeña cantidad y se deja congelar durante 4 horas aproximadamente, hasta que al sacarlo se aprecie sólido.

Cuando este paso se haya completado, se sacan los hielos y se trituran, incorporando a la vez nata montada y mezclando durante medio minuto. Una vez terminado, se coloca en un nuevo recipiente y se deja congelar de nuevo durante otras cuatro horas.

¡Y listo! Otro método sencillo que permite saborear un helado delicioso sin moverte de casa.

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