Ya estamos en primavera, y con la llegada de esta estación llegan nuevos alimentos muy recomendables como os contamos en el post anterior de Monte Pinos Selección; las frutas y verduras de la primavera. Pero por supuesto no son los únicos alimentos que se aprovechan de esta época. De entre todos los que hay, en este post queríamos centrarnos en las setas. Porque sí, no sólo el otoño es época de estos hongos tan apreciados en la cocina, y además, hay muchos tipos y muy buscados.

El marzuelo

Es una de las setas que primero sale (si no es la primera). Empieza a aparecer a mediados de febrero y ya en marzo se encuentra en su máximo auge. Las primeras se pueden llegar a encontrar bajo la nieve, y esta es una de las razones por la que se la considera una de las setas más difíciles de encontrar.

El lugar para encontrarlas es en los bosques de pinares y suelos silíceos. Esta seta, además, tiene una curiosidad; se la conoce también como seta de las ardillas, ya que en las épocas de nieves es más fácil encontrarlas gracias al rastro y los trocitos que dejan estos animales cuando se las comen.

Consta de un gran sombrero irregular, grueso y abultado de hasta unos 10 cm, y su color suele ser entre blanco, gris y negro (dependiendo de su madurez). Posee un sabor suave y dulce, lo que la hace perfecta para cocinarse al gusto en cualquier plato.

Colmenilla

También conocida como la morchella; este ejemplar comienza su aparición hacia la segunda quincena de marzo. Dentro de esta especie hay muchas variedades; cagarrias, morillas omúrgoles.

Esta seta (sea cual sea su variedad) es muy apreciada en el ámbito gastronómico, dado su grado de dificultad para encontrarlas. Tanto es así, que no se cuentan por kilos, sino por unidades. Suelen aparecer en lugares húmedos, sobre todo en los pinares y en las riberas de los ríos.

Las colmenillas no se pueden comer sin cocinar, ya que en crudo son tóxicas. Una vez tratadas correctamente se suelen servir con foie, en sopas, salsas o en revueltos, y su sabor es dulzón. Su aspecto es similar al de una piña, y su color varía entre el crema y el negro.

Serenduela

Es principalmente una seta de primavera, aunque no se descarta la posibilidad de encontrarlas en otras épocas del año, dependiendo del clima.

Aparecen de forma muy peculiar, saliendo en cantidades prados y haciendo la forma de un largo sendero. Son más pequeñas que las anteriores, con un sombrero de entre 1 y 5 cm.

Su sabor también es dulce, y otra curiosidad sobre esta seta es su característico olor a almendras. Se considera una de las mejores setas comestibles por los expertos gastronómicos. Se suele servir en tortillas, salas, revueltos o incluso con otras setas.

Seta de San Jorge

Es la joya de la corona en materia de setas, y llega a alcanzar precios astronómicos en el mercado.

Pero sorprendentemente no es la más difícil de encontrar, ya que siempre salen en grandes ramilletes y en los mismos lugares, pero con una curiosidad; los setales se heredan de abuelos a nietos.

Es muy conocida por su olor a harina fresca, y su tamaño varía entre los 5 y los 15 cm. Se utiliza mucho en la cocina para tortillas y revueltos.

Boletus pinophilus

Esta seta se puede encontrar desde la primavera hasta el verano, en hayedos o viejos pinares. Es una de las especies más grandes, y su sombrero llega a medir hasta 30 cm, con un color marrón rojizo muy característico.

El Boletus pinophilus se puede degustar incluso en crudo, añadiendo una pizca de sal y aceite. Para cocinarla es muy recomendable hacerlo con verduras, pescados o carnes.

 

Ahora que ya se sabe… se buscarán con más ahínco para probarlas si aún no se ha tenido ese placer. Desde Monte Pinos Selección os invitamos a pasaros por los establecimientos para informaros por nuestros expertos y conocer estas delicias un poco más. www.montepinoseleccion.com